Bosque frondoso

Bosque Frondoso, acuarela sobre papel de 31x25 cm, presenta una escena donde lo orgánico se funde con lo abstracto. Morgenstern emplea una paleta cálida y terrosa para evocar hojas, troncos y follaje sin recurrir al detalle literal, sugiriendo más que describiendo. Las pinceladas fragmentadas y el uso expresivo del agua dan vida a una vegetación exuberante que parece crecer más allá del borde del papel. Entre formas superpuestas y transparencias, el bosque se convierte en una experiencia visual y sensorial, más intuitiva que representacional. Esta obra nos habla de la naturaleza como un entramado vivo, cambiante y profundamente emocional.