Esfera sin fin

“Esfera sin fin” presenta una forma perfecta recorrida por canales ondulantes que no tienen principio ni final, dibujando un recorrido incesante sobre el cuerpo metálico. El contraste entre el brillo del aluminio y la rugosidad de los surcos acentúa la idea de un ritmo eterno, como ríos sobre una superficie planetaria. Esta escultura sugiere conceptos de infinito, flujo y transformación constante, apelando a una estética del movimiento detenido. La base de piedra gris, sobria y estable, permite que la esfera se eleve como un símbolo universal de totalidad. Astaburuaga sintetiza aquí tiempo y forma en una obra que invita a la contemplación y a la reflexión sobre lo continuo.